Las redes sociales nos conectan, nos ayudan a encontrar nuevos amigos a lo largo del mundo y a reencontrarnos con antiguas amistades. Sin embargo, para quienes no conocen las medidas de seguridad que debemos seguir para disfrutar de esta herramienta, se convierten en la antesala al mismísimo infierno. Uno de los ejemplos más claros de los riesgos de las redes sociales se puede ver en un caso a inicios de esta semana.
En el estado Zulia, en Maracaibo en el municipio San Francisco una mujer conoció a un hombre por Facebook. Accedió a encontrarse con él la noche del 23 de febrero en una discoteca ubicada en la calle 72, con avenida 15 Las Delicias. Una zona reconocida por sus fiestas nocturnas los fines de semana.
La víctima, Neidelyn Paola Arrieta Paredes contactó a Renzo Molero, de 24 años de edad luego que este diera varios “Me gusta” a sus publicaciones.
En una historia que parece salida de ciertos shows de la televisión mexicana. Esta mujer accedió a irse con Renzo dejando a sus amigas en la discoteca. El joven la golpeó con un bate de metal y la llevó hasta su casa en el barrio Balmiro León, en la parroquia Idelfonso Vásquez. En este lugar la mantuvo retenida en complicidad con su padre, un jubilado del Cuerpo de Policía Bolivariana.
Durante seis días esta mujer vivió una pesadilla, fue violada, obligada a consumir drogas y bañada por Renzo en numerosas ocasiones. Incluso fue herida con un machete en uno de sus glúteos.
En un descuido de su captor, el cual se había drogado y había olvidado el móvil en la habitación, la joven pudo contactar con su esposo y solicitar ayuda. Su esposo y su madre ya habían denunciado su desaparición.
La joven pudo ser rescatada por los efectivos de la Dirección de Inteligencia y Estrategia de la Policía Nacional Bolivariana y su Brigada de Respuesta Inmediata Motorizada. Ni el violador ni su padre se encontraban en la propiedad y hasta el día de hoy continúan a la fuga.
¿Qué nos demuestra este caso sobre las redes sociales?
Este caso no es un ejemplo para satanizar las redes sociales, simplemente es un llamado de alerta para algo que lamentablemente se da mucho en América Latina, violadores, pedófilos y maleantes de todo tipo se valen de la ignorancia de las personas para cometer sus fechorías.
Simples hábitos como configurar la seguridad en Facebook para que solo nuestros amigos puedan ver nuestras fotos, bloquear nuestro perfil y permitir acceso a nuestra información solo a las personas que conocemos y marcamos como de confianza pueden hacer la diferencia.
¿Fue su culpa?
Neidelyn cometió una cadena de errores que la llevaron a tal desenlace, primero no configuró la seguridad de una red social tan pública como lo es Facebook, luego accedió a verse con un desconocido, hizo bien en ir con amigas, pero su error fue separarse de ellas y abandonar el lugar con Renzo. Ese fue su único error, es responsabilidad de todos el protegernos en las redes para evitar convertirnos en victimas de degenerados como Renzo, quien, ya lleva tres víctimas contactadas con el mismo modus operandi.
No fueron sus errores sin embargo el actuar como lo hizo, probablemente estaba siendo infiel o buscando cometer una infidelidad siendo una mujer casada. Esto sin embargo no justifica los comentarios que ha recibido esta noticia. Ella no se merecía lo que le paso, ni por “fácil” ni por otros adjetivos que tanto se le atribuyen a las mujeres cuando representan un comportamiento infidelidad -que es aplaudido y hasta reconocido por la sociedad en los hombres-. ESTO NO FUE LO QUE PROVOCÓ el desenlace, sino un terrible error al manejar las redes sociales.
La infidelidad de uno y de otro miembro de la pareja nunca debe estar justificada independientemente del género de la persona. Leer estas noticias y notar con asco comentarios sexistas nos hacen preguntarnos ¿Hacia dónde va la sociedad latinoamericana?