Ya estamos acostumbrados a las actualizaciones de WhatsApp. No obstante, la última de ellas ha venido cargada de polémica. Usuarios de todo el mundo se preguntan cómo WhatsApp ha podido hacer tal barbaridad y qué gana con ello.
WHATSAPP, NADA NUEVO BAJO EL SOL
Desde 2010, WhatsApp entró en nuestras vidas para quedarse. Con sus frecuentes actualizaciones, nos tiene acostumbrados a cambios en la apariencia, sobre todo en los iconos, con un 3D cada vez más pronunciado y unos emojis más qué interesantes y cotidianos. Sin embargo, esta vez ha ido demasiado lejos. Su interfaz y recursos han encendido las redes sociales, a las que se parece con el nuevo cambio de look. Es evidente que el cambio sólo acaba de empezar.
DENUNCIA DE SNAPCHAT
La noticia se veía venir. Tarde o temprano alguien denunciaría. Y es que, copiar la característica esencial de SnapChat ha sido demasiado descarado. Por su parte, esta última se encuentra indignada al respecto y no es para menos. De momento, WhatsApp no ha echado marcha atrás y sigue con su nuevo formato, una mezcla entre Facebook, Instagram y el citado SnapChat. Dado que los juicios no son de un día para otro, la resolución del caso se hará de rogar. ¿Qué ha argumentado WhatsApp en su defensa? Habrá que esperar para saber qué pasa.
INTERNET REPARTIDO
Si WhatsApp no sólo ha tomado la idea de SnapChat, ¿por qué, entonces, no han denunciado también Facebook e Instagram? Sencillo. Estas plataformas son de la misma propiedad. Concretamente de Facebook. Quizás esta revelación asombre, pero se vuelve más chocante cuando sale a la luz que las aplicaciones están divididas en dos grandes bloques: Facebook y Google. Después están las que luchan contracorriente, como SnapChat, que no se dejó comprar por Facebook hace unos años, aunque la suma de dinero fuera mayor a sus ganancias del momento.
OPINIONES ENFRENTADAS
La gente ha vuelto a dividirse, esta vez por la interfaz de WhatsApp y por la pérdida de los antiguos estados. De un lado, se encuentran quienes están contentos con el aspecto nuevo de la aplicación. Del otro, aquellas personas que ven demasiada exposición de la información en ella, con el acceso a cámara tan rápido y un menú diferente al acostumbrado. Hay que considerar que no todo el mundo se comunica mediante Facebook en el smartphone, por lo que es lógico que les resulte extraño.
En tierra de nadie aparecen quienes no opinan al respecto o les dan igual las actualizaciones y sus contratiempos. Simplemente, disfrutan de ellas o las ignoran en la manera de lo posible.
ES LO QUE HAY, ¿O NO?
A pesar de toda la controversia, aún queda alguna esperanza. Según parece, los antiguos estados de WhatsApp volverán más pronto que tarde, no se sabe si por el descontento ciudadano o por otros motivos. No olvidemos que, aunque WhatsApp sea la plataforma más utilizada, tiene sus competidores, como Telegram, y no puede descuidarse. No se puede vivir de las rentas.
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