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Muñeca espía, prohibida en Alemania

22 febrero, 2017

La muñeca Cayla, una muñeca que interactúa con los niños como lo hacen algunas aplicaciones móviles ha provocado una reacción similar a los rumores que estas generaron hace ya tantos meses atrás.

La Agencia Federal de Redes de Alemania ha prohibido a la muñeca Cayla al considerar que la conexión Bluetooth y el micrófono integrados en el juguete lo convierten en un instrumento de espionaje no admitido por la ley.

Todos aquellos objetos que ocultan cámaras o micrófonos y que pueden transmitir datos de manera inadvertida para el usuario amenazan la privacidad de las personas, comunicó el presidente de la Agencia, Jochen Homann.

Consecuencias

La Agencia solicitó a los comercios el retiro de las muñecas. Sin embargo, dejó en claro que no actuará contra los padres. Esto ha pesar que la ley alemana de telecomunicaciones prohíbe la posesión de dispositivos de espionaje así como su fabricación y distribución.

¿Qué hace la muñeca?

Nada más salir de su caja, Cayla realiza preguntas a los niños como el nombre de sus padres, su nombre, lugar en el que viven y la escuela a la que asisten. Estas preguntas, proferidas por un supuesto equipo de espionaje hacen saltar las alarmas de progenitores y personal de seguridad por igual.

El gran problema es que Cayla cuenta con una conexión por Bluetooth. A través de este sistema cualquier persona puede escuchar y grabar las conversaciones mantenidas con la la muñeca. Todo sin estar presente.

Esta muñeca puede revelar datos personales si es objeto o blanco de un hackeo. Los investigadores afirman que intrusos pueden utilizar sus funciones tecnológicas para escuchar y hasta hablar con los niños. Incluso pueden escuchar que pasa a unos 10 metros de distancia de la muñeca.

Cayla cuenta con acceso a internet para responder preguntas que realice el niño. Responde preguntas sencillas y habituales de los niños.

¿Cuándo fue descubierta esta brecha en su seguridad?

Esta vulnerabilidad en el software de Cayla fue revelada por primera vez en enero de 2015. Desde ese momento surgieron quejas presentadas por consumidores en Estados Unidos y la Unión Europea.

El grupo Vivid Toy, responsable de la distribución de esta muñeca afirma que han detectado casos de hackeo. Aseguran que estos fueron tratados por especialistas para actualizar el software de la muñeca. Todo esto con el fin hacerla más segura.