Ser friki está de moda. Se ha pasado de ser objeto de burlas y acoso a un referente generacional. ¿Ha sido la paciencia de este sector social o, más bien, la producción de series y películas al respecto? ¿Las redes, quizás? Youtubers, gente relacionada con la tecnología y demás que se centran en cómics y animes demuestran que algo ha cambiado. La pregunta sería: ¿por qué no es creíble?
SIGNIFICADO DE “FRIKI”
Desde el punto de vista lingüístico, friki proviene del inglés freak, que significa extravagante, fanático o monstruo. Muchas personas lo usan sin saber de dónde ha salido el término ni lo que puede llegar a provocar a quienes se lo dicen. En la actualidad, los extranjerismos son utilizados sin buscar siquiera la procedencia.
DIFERENCIA ENTRE FRIKI Y GEEK
Un término relacionado con friki es geek, pero éste es más usado por los países angloparlantes. Aunque el público general los trate indistintamente, no significan lo mismo con exactitud. La parte más peyorativa se la lleva friki, aludiendo a la vestimenta o los gustos, en su mayoría de origen asiático. Mangas, animes, grupos musicales y películas entran en esta categoría, que tanto agradece la economía en los múltiples eventos a lo largo del territorio.
Por su parte, geek es una palabra muy nueva en los países hispanohablantes. Amante de la tecnología y la informática en general sería una buena definición. La glocalización ha permitido que la cultura del lugar se comparta con el resto del mundo en vez de perderse, como ocurría con la globalización sin más. El problema es que no todos los elementos de una cultura son recomendable para consumo humano y la influencia mediática estadounidense es abismal.
¿ANTES NO PERO AHORA SÍ?
Seguramente recuerdes haber sufrido bullying o a alguien que lo sufriera en tu clase del colegio. Tal vez en el instituto fue mejor o empeoró hasta más no poder. Ésa era la vida de las personas que vivían con la etiqueta del frikismo. Hoy día no es así, o eso quiere hacernos creer la sociedad. Basta con preguntar a cualquiera para saber que los insultos han sido sustituidos por “la ley del hielo” si no tienes la suerte de encontrar personas afines o con una pizca de sentido común. Y no, las malas palabras siguen ahí, vestidas de Caperucita.
CONVENCIONES
En efecto, los frikis también se reúnen. No tienen por que ser personas ermitañas o hurañas. Así, cuando después de la larga cola entras por fin al recinto, te das cuenta de lo que se están perdiendo aquellos que no dan una oportunidad a lo que no entienden. Mucha de esa gente tiene una vida lejos de los cosplays (vestimenta) y las canciones sin fin, en la que tienen que aparentar “cotidianidad” para evitar el rechazo.
Por tanto, si bien ser friki ya no se asocia con deshonra o fracaso en la teoría, su práctica sigue estando en duda. Sólo queda hacernos una pregunta: ¿no es un partido de fútbol una convención y los hinchas con sus camisetas, cosplayers apasionados? Quizá deberíamos mirarnos al espejo antes de juzgar, condenar y dañar.
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