Cuando salimos de fiesta o con los amigos siempre o casi siempre, vamos por una última comida luego de disfrutar de algunas copas. Parece casi un rito que repiten todos los fiesteros. Es por ello que los puestos de comida rápida como hamburguesas, hot dogs, pizzas y kebabs abundan fuera o en las cercanías de los locales nocturnos. ¿Qué significa esa hambre luego de beber?
El consumo de alcohol y el de alimentos en grandes cantidades está más que comprobado, tanto de manera científica como de forma personal pero, ¿Por qué da hambre luego de beber?. Parece un sinsentido ese aumento de apetito a altas horas de la noche.
Nutriente
Aunque no lo parezca, el alcohol es el segundo nutriente con mayor cantidad de calorías. Le gana la grasa. En teoría, luego de tomar grandes cantidades de alcohol no deberíamos de tener hambre.
Esto hace evidente algo, cuando comemos luego de una noche de fiesta no es por hambre o necesidad calórica.
El alcohol ha sido utilizado desde su creación para estimular el apetito.
Hipótesis científicas sobre el alcohol y el hambre
Existen numerosas hipótesis científicas para explicar este comportamiento de nuestro cuerpo. En algunos casos se argumenta que el alcohol incrementa nuestro sentido del olfato hacia la comida.
En otras, se piensa que al inhibir nuestro comportamiento nuestras restricciones sociales hacia la hora de comer desaparecen. Esto, nos permite consumir alimentos sin control alguno.
¿Por qué tenemos hambre luego de beber?
Según un grupo de científicos del Instituto Francis Crick del Reino Unido existe una hipótesis que es capaz de responder esta pregunta. Para comprobarla inyectaron una dosis de alcohol a unos ratones de laboratorio. Una dosis equivalente a la que recibimos durante una noche de fiesta (el equivalente a dos botellas de vino o 10 cervezas).
Los científicos midieron durante tres días la ingesta de comida de los ratones. Se descubrió que los ratones que consumieron alcohol se alimentaron un 25% más que el grupo control.
Entonces midieron la actividad de las neuronas responsables de regular la proteína AgRP o r-Agouti en los cerebros de los ratones embriagados. Esta proteína está relacionada al ciclo alimenticio. Es un neuropéptido fabricado en el hipotálamo, cuya función es la de regular todas las funciones de la ingesta energética diaria.
Estas neuronas presentaban mayor actividad eléctrica que la normal en los ratones embriagados. Al suprimir los efectos de esta neurona, el apetito de los ratones regresó a su estado normal.
¿En conclusión?
El sistema que regula la alimentación en los hombres es similar a la de los ratones. Es decir, nuestro apetito es regulado por la AgRP. De esa forma, el etanol estimula la proteínas que despierta nuestro apetito desmedido.
La ingesta de alcohol no está únicamente relacionada al a odiosa barriga cervecera, sino que es una de las principales causas de obesidad en el mundo.
De esta forma, al comprender que el consumo de alcohol está ligado al descontrol físico en la ingesta de alimentos, se puede prevenir la obesidad ligada a las noches de fiesta y al consumo de bebidas “espirituosas”.