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Huevos crudos y la salmonella: Un peligro al entrenar

23 marzo, 2017

Es una práctica común entre los deportistas el consumo de huevos o de claras de huevo crudos para disfrutar de las proteínas con el fin de construir musculo y mantenerlo.

Sin embargo, es también una práctica riesgosa si desconocemos el origen de los huevos o si la salubridad de los mismos no está garantizada, por lo que podemos contagiarnos fácilmente de salmonella.

Al adquirir esta enfermedad tu entrenamiento se verá afectado, deberás mantener un reposo estricto.

¿Qué es la salmonella?

Salmonella es un género de bacterias que pertenecen a la familia Enterobacteriaceae, conformada por bacilos Gram negativos. Son bacterias móviles que generan ácido sulfhídrico y utilizan la glucosa.

Se transmite a través de contacto directo o por contaminación durante la manipulación en el hogar. Se encuentra en la piel de las tortugas y reptiles, por lo que se debe de tener precaución al manipular estas mascotas.

Su habitad natural son los intestinos de animales homeotermos.

Produce salmonelosis, enfermedad de transmisión alimentaria por alimentos de origen animal. Su periodo de incubación es de entre 12 y 36 horas. Con el consumo de apenas 25 bacterias se puede producir la enfermedad.

Son poco resistentes en medios ácidos, por lo que no muchas de estas bacterias sobreviven al medio ácido del estómago, muy pocas llegan al intestino y se encuentran con dos defensas más: Tránsito intestinal rápido y flora bacteriana. Si vencen estas defensas se adherirán a las mucosas y producirán diarrea aguda o bien fiebre tifoidea.

Se encuentra por lo general en la superficie de los huevos, piel de los tomates y frutos y verduras en contacto con la tierra. El huevo en particular, es poroso, por lo que la bacteria puede pasar fácilmente al interior.

¿Cómo evitarla?

Se debe de cocinar la clara del huevo antes de consumirla. Si se hace con propósitos deportivos y dietéticos, las proteínas de la clara de huevo se absorben mejor si esta cocida y no cruda y se destruyen sustancias conocidas como antivitaminas que previenen la absorción de estos nutrientes.

Otra opción es comprar la clara pasteurizada. Si deseas prepararla en batidos es tu mejor opción para consumirla cocida, libre de bacterias y completamente nutritiva y beneficiosa. La clara pasteurizada permanece líquida, pero ha sido cocida a 68º durante un tiempo prudencial.

La yema es la parte del huevo más rica en colesterol. Una yema representa la mitad del límite de consumo de colesterol diario. Este colesterol puede volverse dañino si lo cocinamos y batimos (huevos revueltos, tortillas) pues se acelera su oxidación.

Ya lo sabes, para los batidos dietéticos lo mejor es la clara pasteurizada y para un desayuno, dos huevos con una única yema si no deseas comer solo las claras, recuerda, todo bien cocido para evitar enfermedades.