El misterio en Marte continúa. La Agencia Espacial Europea (ESA) y el Roscosmos ruso desconocen qué ha pasado exactamente con la sonda que debería haber aterrizado ayer en el planeta rojo. En los últimos instantes del amartizaje, se perdió la señal de Schiaparelli, una decepción si tenemos en cuenta que era la primera vez que Europa y Rusia realizaban maniobras de entrada y descenso en Marte. Pero, ¿qué ha pasado con el módulo?
La ESA ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa desde su centro de control en Darmstadt (Alemania). Los científicos han tratado de aclarar el desenlace de la sonda Schiaparelli, resaltando el éxito de la misión ExoMars al haber conseguido insertar un nuevo orbitador (Trace Gas Orbiter) alrededor de Marte. Si bien es cierto que el objetivo principal de esta iniciativa espacial es resolver el misterio del metano en el planeta rojo, algo de lo que se encargará el instrumento TGO, la decepción sobre Schiaparelli es más que evidente.
¿El problema? Los últimos 50 segundos de Schiaparelli
Los portavoces de la agencia han explicado que Schiaparelli realizó tanto la entrada en la atmósfera de Marte como las primeras fases del descenso según estaba previsto. Los primeros datos confirmarían, por tanto, que el módulo resistió las altas temperaturas gracias al escudo térmico que portaba. La telemetría también indica que el paracaídas con el que la sonda debía frenar su velocidad llegó a abrirse. La incertidumbre llega justo cincuenta segundos antes del tiempo programado para el aterrizaje.
Según la ESA, los retrocohetes de Schiaparelli, diseñados para ralentizar su caída, llegaron a encenderse durante un tiempo mucho menor a lo esperado. Los primeros datos indican que este sistema se activó durante unos 3-4 segundos, cuando en realidad tendría que haber estado en funcionamiento al menos 30 segundos.
Las primeras hipótesis apuntan a un posible fallo de los retrocohetes, el mecanismo de propulsión que ayudaba a garantizar la desaceleración del módulo, junto con el apagado de los motores y el despliegue del paracaídas. «No se puede confirmar un aterrizaje suave de Schiaparelli», han lamentado fuentes de la Agencia Espacial Europea.
Los investigadores han asegurado que los datos de telemetría han sido enviados por Schiaparelli. Aun en el caso de que el módulo se hubiera estrellado contra el planeta rojo, la ESA y el Roscosmos rusos podrían obtener más información acerca de lo que ha ocurrido realmente. Los datos del acelerómetro que llevaba en su interior, por ejemplo, pueden indicar si Schiaparelli llegó a posarse sobre la superficie marciana. «Es una pérdida, pero no una grandísima pérdida porque tenemos información», ha recalcado uno de los portavoces.