La diabetes es una enfermedad que afecta la calidad de vida de millones de personas en el mundo. Con tal cantidad de afectados se puede llegar a pensar que la tecnología para la diabetes está avanzada y que es un campo lleno de nuevos equipos y aplicaciones para facilitar la vida de los afectados.
Y es así, solo que estos cambios son desconocidos para médicos y enfermos por igual.
Esto se debe a la falta de información oportuna a médicos y pacientes. Impide que su uso se vea masificado.
La inversión de los grandes laboratorios y de desarrolladores en productos, dispositivos y aplicaciones que facilitan el manejo y la vida con esta enfermedad ha aumentado. No así la información oportuna y veraz.
Un ejemplo de ello es el hecho que solo uno de cada tres pacientes aptos usa bombas de insulina.
¿Está siendo desaprovechada la tecnología para la diabetes?
Si, a pesar que la tecnología está reduciendo los costos en tratamientos y mejorando la calidad de vida de personas afectadas la tecnología está siendo desaprovechada.
En América enfermos y médicos continúan prefiriendo métodos tradicionales por sobre equipos y sistemas tecnológicos. Al parecer, confiar en una máquina para el tratamiento de una enfermedad es demasiado riesgoso a vistas de un médico y su paciente.
Si bien es cierto que los equipos pueden llegar a fallar, esta posibilidad de error es menor a la del error humano, un paciente puede olvidar llevar consigo su dosis de insulina, o bien, puede olvidar inyectarse. Un equipo como una bomba de insulina no lo haría.
Existen equipos tecnológicos que mantienen con vida a numerosos pacientes a lo largo y ancho del mundo en aplicaciones tan delicadas como la respiración y el ritmo cardíaco. ¿Por qué la desconfianza en el ámbito de la diabetes?
Las personas prefieren los últimos equipos tecnológicos en lo que se refiere a entretenimiento y trabajo. En materia de salud, sigue el veto hacia la tecnología.
Según estudios revelados por la página statnews.com, solo uno de cada tres pacientes con diabetes tipo I utiliza bombas de insulina para reemplazar las inyecciones, mientras que uno de cada siete recurre a monitores para llevar un control de la glucosa.
Y estos son equipos que llevan años en el mercado.
¿Qué aplicaciones y tecnologías para la diabetes se encuentran disponibles o se esperan?
Medias para diabéticos
Se trata de medias que alertan a la persona sobre la presencia de heridas en los pies. Esta situación es peligrosa y una detección temprana puede prevenir un mal mayor.
Páncreas artificial
El primer modelo ya ha sido aprobado por la FDA.
Parche para el brazo
Desarrollado por Abbott, se trata de un parche que lee los niveles de glucosa cada 15 minutos.
Aplicación para la glucosa
Para finales de este año se espera una aplicación cuya función será la de predecir como los alimentos que has consumido afectarán los niveles de azúcar en la sangre.
Nutriassist
Se trata de una aplicación desarrollada en la Universidad Nacional de Colombia. Es una app que permite que los pacientes que padecen de diabetes tipo II puedan mantener en su celular o móvil el control de la alimentación. Permite diseñar un menú y conocer la cantidad de carbohidratos que contienen.
Antes de su lanzamiento, ofrecerán cursos y talleres para enseñar a los futuros usuarios el manejo de esta herramienta.
Quizás la pobre aceptación que tienen estos equipos, aplicaciones y tecnología para diabéticos sea el esfuerzo extra que suponen a una persona que ya está abrumada con las implicaciones de su enfermedad. Personas mayores de 40 años no desean aplicar un esfuerzo extra en utilizar aplicaciones móviles. Para ellos son un gasto de tiempo sin considerar la libertad que puede llegar a conferir.